Ph.D. por la Universidad de Minnesota, obtuvo una beca postdoctoral en la Escuela de Medicina Johns Hopkins, donde trabajó con el Dr. Apostolos Georgopoulos estudiando los mecanismos neuronales subyacentes en el control motor y el proceso cognitivo.
Un año más tarde, el Dr. Schwartz comenzó de manera independiente su investigación en el Instituto Neurológico Barrow de Phoenix. Allí desarrolló un paradigma para explorar las señales corticales continuas generadas a través de movimientos voluntarios del brazo. Lo hizo estudiando monos que habían sido adiestrados para dibujar formas mientras se registraba la actividad de células individuales de sus cortezas motoras. Una vez investigado el modo de capturar con gran precisión la intención de movimiento en la corteza motora, Schwartz se unió a sus colegas de ingeniería en la Universidad Estatal de Arizona para desarrollar prótesis neuronales corticales.
En 1995 se trasladó al Instituto de Neurociencias en San Diego y luego a la Universidad de Pittsburgh en 2002. Uno de sus mayores éxitos ha sido lograr que una mujer tetrapléjica mueva una mano robótica usando el pensamiento.
Ha escrito numerosos libros e infinitas y las publicaciones más prestigiosas de su sector han hecho innumerables referencias sobre su trabajo.