Ha vestido la camiseta blanca durante once años, representando al Real Madrid en todas sus categorías y formando parte de la épica Quinta del Buitre, junto a Butragueño, Pardeza, Martín Vázquez y Sanchís. Sus cualidades innatas hicieron que José Miguel González brillara con luz propia, pero fue su su elegancia y talento para abastecer balones los que le convirtieron en uno de los imprescindibles en el Real Madrid y de la Roja.
En 1984, año en el que se incorpora al primer equipo del Madrid, debuta también con la selección española. Durante su larga trayectoria, mantuvo polémicas con distintos entrenadores e incluso con la afición, pero su gran precisión en los centros, su agudeza visual y su particular juego le llevaron a ser una pieza fundamental del Real Madrid triunfal de la etapa 1986-1990. Michel fue jugador del equipo blanco hasta 1996. Conquistó seis Ligas, levantó dos Copas del Rey, y se adjudicó dos Copas de la UEFA. Ganó cuatro Supercopas y obtuvo la Copa de la Liga 1985.
Tras retirarse del Real Madrid, en la temporada de 1996-1997, y vivir una corta estadía en el club mexicano Atlético Celaya, su carrera en el mundo del fútbol siguió adelante en otros frentes: ejerció como comentarista de partidos de fútbol en Televisión Española hasta 2005 y se estrenó frente a los micrófonos en el Mundial de Fútbol de 1994 en Estados Unidos.
En el verano de 2005 Míchel apostó por ser entrenador, poniendo su capacidad de liderazgo y motivación innatas al servicio del Rayo Vallecano, del Real Madrid Castilla, del Getafe, del Sevilla FC y del Olympiacos FC. Es considerado uno de los técnicos más prometedores de España.
Hoy la experiencia, la empatía y sus grandes dotes de comunicación siguen siendo su mejor arma para analizar los partidos del Real Madrid en el diario ABC y le convierten en un conferenciante muy bien recibido por todo tipo de audiencias, consiguiendo transmitir su capacidad única para enfrentarse a retos y liderar equipos ante situaciones difíciles.